miércoles, 21 de julio de 2010

Mi vida de Godinez.

Ultimamente pienso mucho, muuuucho, en darle un break al diseño. No me estoy divirtiendo como antes lo hacía, pero eso creo que también es derivado de otras variables externas. El chiste es que tampoco me he puesto las pilas (juajuajua).

Lo que pasa es que hace unas horas, en un ejercicio de reflexión y sueños compartidos en voz alta, hilé un pensamiento que no había podido pensar tan claramente, pero del cual tenía ideas esparcidas mentalmente: Lo que la palabra "éxito" significaba para mí hace 4 o 5 años que salía de la universidad (con muchas aspiraciones) hoy en nada se le parece a lo que era.

Uno sale, consigue un trabajo (con suerte uno bueno), empieza a tratar de ascender en una escalera de posibilidades, en una empresa que no es tuya, y donde tu crecimiento no sólo depende de ti. Hoy me doy cuenta que me adecué tanto al sistema, que lo que hoy hago me parece un tanto mediocre, y no por lo que hago a diario, sino por la vida "godinez" de 9 a 7, con una hora de comida. (aunque tampoco creo que deba ser tan extremista, finalmente mi chamba no es cualquier chamba, y dentro de las posibles chambas que a lo que me dedico ofrecen, estoy en un buen lugar).

Pensando en lo anterior, empiezo a posicionar el "éxito" en cosas y actitudes que nada tienen que ver con el trabajo y el dinero. Replanteando todo, puede que el "éxito" se consiga más bien satisfaciendo necesidades humanas y personales, es decir, entablando un equilibrio entre uno como individuo y lo que le rodea. Me refiero a mantener en órden a lo que quieres muy muy cerquita, siendo fiel a lo que eres como persona y procurando a la gente que quieres, que si te quiere igual, pues entonces, habré sido "exitosa", es una idea... pero puede ser ¿no?

... Ya después, de qué viva, y a qué me dediqué o si encuentro la valentía de dejar de ser Godinez un día, eso será un complemento a todo lo demás. Paso a pasito...

martes, 20 de julio de 2010

Los días grises.

Hoy está nublado. Me gustan mucho los días nublados. Seguro va a llover y me gusta cuando llueve, sobre todo cuando llueve y estas bajo alguna cobija, abrazando a quien más quieres abrazar en el mundo.

Me gustan los días grises. Uno piensa mejor en los días grises, piensa en la nostalgía y la nostalgía trae buenas cosas algunas veces, otras no tanto. Tal vez no se piense con mucha claridad mientras se esta nostálgico, pero se piensa con el corazón, y yo prefiero cuando todo es menos racional y mas emocional.

Me gusta tomar café, en los días grises se vuelve perfecto. Café calientito en una mañana gris despierta el alma.

Recientemente descubrí que me encanta andar en bici en los días grises, y que comienze a llover, y tener que regresar lloviendo. En mi cabeza, cuando he andado en bici mientras llueve, es como si viera mi vida a través de un cinematógrafo viejito, con las tomas brincando y las imágenes sepia. Me gusta esa sensación, cuando un instante borra todo lo que pasa alrededor y queda sólo ese momento feliz. Es como una felicidad chiquita pero indescriptible.

Me gusta hornear casi cualquier cosa, mientras implique cocinar. Cocinar me pone de buenas. Más si estoy cocinando para la cena.

Me gusta quedarme callada y dejar que el tiempo pase mientras te miro a los ojos. Tratar de decifrar qué estas pensando. Me gusta más que me lo digas, sobre todo, en días grises como hoy.