No lo sé de cierto, pero tengo la idea de que los seguros de coches hacen mediciones de riesgos para aquellos conductores que han tenido percances seguidos antes de asegurarlos, y sobre eso, les cotizan un seguro, o se los niegan. Supongo que investigan al conductor, y hacen una pequeña lista de comparación entre lo bueno y lo malo que éste tiene como para poderlo asegurar.
Aplicando esa idea como una metáfora para la vida, yo muero de miedo. Soy de alto riesgo para muchas personas, creo, porque además, tengo el don/defecto de advertir el peligro que se corren si me "aseguran". Soy honesta, reconozco de que pié cojeo, y lo acepto tal cual. Me da miedo pensar que todas las buenas personas que han llegado a mi vida, se alejan, porque su análisis arroja el resultado de que no soy "asegurable". Me pone más triste ver que no esperaba que eso pasara, y que este fin de semana fue como si decidieran no asegurarme más. Al parecer el riesgo es demasiado como para hacerlo, y es entendible que la casa nunca quiere perder.
Odio pensar que se supone que en ese trueque de cliente-aseguradora, las dos partes ganan, y en mi caso, aunque mi intención sea completamente lo contrario, mi sola presencia no ayuda para que la otra parte gane, sino que al revés, hago daño. Yo espero que no siempre sea así.
domingo, 16 de agosto de 2009
sábado, 15 de agosto de 2009
No soporto los dramas!
No los soporto. Punto. Porque los dramas, me toca hacerlos a mí, yo soy la niña! ja. No no es cierto. El problema es que soy una persona muy aprehensiva, y cuando alguien se enoja o se siente conmigo, no puedo con eso, me siento muy culpable y mal, entonces trato de evitar los enfados con la gente. Pero conforme pasa el tiempo me he dado cuenta que no puedo estar moviéndome de acuerdo a darle gusto a las personas que me importan, en la vida, o en ese momento específico.
Y es que, he estado pensando, no es equitativo. No soporto que me hagan berrinches porque no hice lo que esperaba que hicieran, o porque no pude... no sé. No es equitativo, porque yo, estoy sola, y me veo y me acepto tal cual.
Las últimas veces que he necesitado que me ayuden, en situaciones muy absurdas como haber chocado o cambiar una llanta, me he visto sola. Sí, a veces se ofrecen a ayudar, pero no es su obligación, y el chiste no es "Quieres que te ayude?" si no que lo hagan, así sin preguntarme, en mis ataques de histeria, cuando se me acaba el mundo y ya no sé cómo resolverlo. O cuando he estado super triste en mi casa, y yo sola tengo que autocompadecerme y después decirme a mi misma que todo va a estar bien. Todas esas veces, he llamado, pidiendo ayuda, o por lo menos tantita compañía, y ha habido veces en la que recibo respuesta y veces en las que no. Y cuando no recibo respuesta positiva, no me enojo, no soy su obligación, no tienen porqué hacerlo, y lo hago yo, porque fue mi decisión estar en la posición en la que estoy.
No es equitativo porque, soy una persona muy ermitaña, mi mundo se reduce a contadas personas, y muchas de ellas están lejos. Entonces mis pilares en esta ciudad, son bien poquitos, esos pilares en los que me tengo que recargar cuando siento que me caigo. Es por eso que si los berrinches provienen de ahí, me pueden todavía más. Porque no creo ser egoísta, yo he estado ahí para ellos, para ayudarlos cada vez que me piden. Y un día no puedo, y me hacen sentir la peor persona. No. Punto. Esta vez no la compro. No soy.
Y es que, he estado pensando, no es equitativo. No soporto que me hagan berrinches porque no hice lo que esperaba que hicieran, o porque no pude... no sé. No es equitativo, porque yo, estoy sola, y me veo y me acepto tal cual.
Las últimas veces que he necesitado que me ayuden, en situaciones muy absurdas como haber chocado o cambiar una llanta, me he visto sola. Sí, a veces se ofrecen a ayudar, pero no es su obligación, y el chiste no es "Quieres que te ayude?" si no que lo hagan, así sin preguntarme, en mis ataques de histeria, cuando se me acaba el mundo y ya no sé cómo resolverlo. O cuando he estado super triste en mi casa, y yo sola tengo que autocompadecerme y después decirme a mi misma que todo va a estar bien. Todas esas veces, he llamado, pidiendo ayuda, o por lo menos tantita compañía, y ha habido veces en la que recibo respuesta y veces en las que no. Y cuando no recibo respuesta positiva, no me enojo, no soy su obligación, no tienen porqué hacerlo, y lo hago yo, porque fue mi decisión estar en la posición en la que estoy.
No es equitativo porque, soy una persona muy ermitaña, mi mundo se reduce a contadas personas, y muchas de ellas están lejos. Entonces mis pilares en esta ciudad, son bien poquitos, esos pilares en los que me tengo que recargar cuando siento que me caigo. Es por eso que si los berrinches provienen de ahí, me pueden todavía más. Porque no creo ser egoísta, yo he estado ahí para ellos, para ayudarlos cada vez que me piden. Y un día no puedo, y me hacen sentir la peor persona. No. Punto. Esta vez no la compro. No soy.
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