viernes, 17 de diciembre de 2010

Estoy emocionada. Son las 4 de la mañana y estoy emocionada. No tiene sentido. Sé que les suena pendejo, pero el primer día que sentí la ansiedad física y no pude respirar, le dije a mi mamá que me iba a morir, no podía respirar. Se llama tristeza, como nunca antes la había sentido.

Y seis meses después estoy emocionada... y lo peor no hay "motivos aparentes". Todo el mundo basa sus motivos en estar enamorado, tener lana y comprarse cosas, tener a su familia cerca... yo hoy no tengo ninguna de las tres anteriores... y, sí los hay: Respiro, estoy viva, tengo 25 años y una vida adelante para hacer 45 mil pendejadas.

Me emociona la gente que conoceré el próximo año. Me emocionan las risas que harán que me duela la panza. Me emociona saber si me aventaré del paracaídas otra vez. Me emociona pensar que tal vez viva en otro país. Me emociona cada página que abriré para diseñar algo nuevo. Me emocionan los besos que le daré a gente que aún no sé que existen. Me emocionan la sonrisas de agradecimiento que seguiré dando a la gente extraña. Me emocionan las lágrimas, las cosas chidas, las cosas difíciles... Por fin, y por primera vez entiendo que estoy viviendo una película de la que no sé el final. Me encanta no saber el final. Se viene todo. Tooodo.

Y no puedo esperar, qué chingonería.

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